domingo, 2 de agosto de 2015

El Lenguaje del Amor


Según Chapman (2009), existen 5 lenguajes del amor. Estos pueden ser muy importantes para que la relación mejore sustancialmente, ya no solo en pareja, sino entre amigos, compañeros o familia. Chapman destaca que cada persona tiende a expresar su amor y prefiere recibirlo de maneras concretas. Resulta interesante conocer cuáles son los tipos de amor que existen. Puedes consultarlo en:
 A continuación explicamos las cinco modalidades o lenguajes del amor:

1. Palabras

Expresamos cariño al verbalizar palabras de ánimo, apoyo, afecto, felicitación, elogios, amabilidad, o humildad hacia otro. Son palabras que a veces se dicen sin pensar y causan un efecto muy positivo en la otra persona; aumentando su autoestima, su seguridad y su bienestar. “Casi todos recordamos palabras fugaces que (…) marcaron nuestras vidas”. Se recomienda emplear frases directas, simples y contundentes: “Te quiero muchísimo, de verdad”; “Me encanta cuando me explicas las cosas tan bien”. Pero sobre todo, es importante que sea creíble para la persona que lo recibe y para ello es indispensable, que la persona que lo transmite lo sienta de verdad (expresión corporal, contexto adecuado).

2. Tiempo de calidad

Vivimos en la sociedad de las prisas que, junto a las falsas necesidades creadas por el mercado (tener el mejor coche, viaje, casa, etc.) nos hace olvidar lo que significa realmente el tiempo de calidad. Compartir tiempo de calidad no es tanto el acto (una buena cena en u restaurante caro), sino el disfrute de ella al compartirla con nuestros seres queridos; escuchando y siendo escuchados, sin prisas ni otros distractores. No hay otro objetivo para la persona, más que compartir ese tiempo con la persona que quiere.

3. Regalos

El significado del regalo parece haber perdido valor en una sociedad consumista: “Cuanto más regalos y más caros mejor” nos dice ésta, independientemente de su necesidad o utilidad. Pero muchos estaréis de acuerdo en que hay regalos que expresan mucho amor y cariño por ser elaborado por la propia persona o comprado esfuerzo. Por eso, para algunas personas este tipo de regalos simboliza una expresión de amor muy bonita; quien le regala ha estado tiempo esforzándose y pensando en ella. En la otra parte, quien está trabajando en realizar u obtener ese regalo, disfruta desde que tiene la idea, hasta después de haber dado el regalo al otro, sin esperar más que su sonrisa.

4. Actos de servicio

Tratar de agradar a la persona sirviéndole o haciéndole favores a ciertas personas les resulta gratificante. Cocinar, limpiar, arreglar cosas, encargarse de las tareas más pesadas o desplazarse a sitios lejanos, son actos que realizan minuciosamente y con una sonrisa en la cara, sin esperar que le devuelvas el favor o una respuesta inmediata compensatoria. “No es una necesidad ni una obligación, sino algo que se hace de manera generosa para ayudar al otro”.

5. Contacto físico 

Es la forma de comunicación más sencilla y directa. Abrazarse, besarse, acariciarse, tocarse, tener relaciones sexuales; son formas de transmitir y recibir amor de la pareja. Para algunas personas el contacto físico es su lenguaje principal, sienten seguridad y felicidad a través de éste; y sin éste no se sienten amados. “Puede producir o romper una relación. Puede comunicar odio o amor”.

Tipos de Amor


En la Teoría triangular del amor de Sternberg, el amor se representa con cada uno de estos elementos en su forma genuina, formando los tres vértices de un triángulo equilátero. No obstante, las relaciones amorosas reales los tipos distintos de amor se entrelazan y se combinan entre sí, dando lugar a diferentes clases de amor (o formas de amar) que explicamos a continuación:
  • Amor romántico

Se constituye a partir de la combinación entre intimidad y pasión. Este tipo de amor surge cuando los amantes tienen una atracción tanto física como emocional, a pesar de que este sentimiento de vinculación no viene de la mano de compromiso. El ejemplo recurrente de este tipo de amor lo podemos encontrar en muchos arquetipos surgidos de la literatura, como Romeo y Julieta, del autor británico William Shakespeare.
  • Amor compañero

Se basa en la combinación de los elementos de intimidad y compromiso. En este caso, es un amor cuya ambición es la preocupación por la felicidad y el bienestar del otro. Es un cúmulo de necesidades como el apoyo social, el apoyo emocional, la comprensión mutua y la comunicación. Las personas que viven este tipo de amor se sienten íntimamente unidas y comparten tanto sus emociones, sus conocimientos o sus posesiones.
  • Amor fatuo

Se fundamenta en la mezcla de compromiso y pasión, sin que haya podido transcurrir el tiempo necesario para que aflore la intimidad. Este tipo de amor se expresa cuando, por ejemplo, dos personas contraen matrimonio al poco tiempo de haberse enamorado, y todavía no ha surgido el componente de la intimidad.
Gráfico Teoría Triangular del Amor
Esta combinación de intimidad, pasión y compromiso desencadena lo que Sternberg definió como amor completo o amor perfecto. Según el autor, es la clase de amor que casi todas las personas aspiran a vivir. No es ninguna exageración afirmar que el amor perfecto es difícil de conseguir, y mucho más de mantener. Pero, después de todo, no siempre buscamos este tipo de amor en todas las relaciones íntimas que tenemos a lo largo de la vida; de hecho, esta clase tan particular y única de amor la reservamos para unas pocas relaciones que colman nuestras expectativas a nivel emocional y sexual, y tratamos de priorizarlas. Son aquellas relaciones que, terminen bien o no tan bien, dejan una huella imborrable en nuestra memoria.
Cada uno de los tres elementos axiales del amor que hemos descrito suele tener una progresión distinta a lo largo del tiempo de la relación. Es notorio que la intimidad se va desarrollando progresivamente a medida que avanza la relación, y puede ir aumentando con el tiempo, pero este crecimiento suele ser más abrupto en las primeras etapas del noviazgo.
En lo que hace referencia a la pasión, ésta se expresa de un modo muy intenso en el inicio, y crece de forma acelerada, pero más tarde decae lentamente conforme la relación va pasando por etapas más avanzadas en el tiempo, hasta estabilizarse. Por su parte, el compromiso aumenta de forma lenta al principio (de una forma incluso más lenta que la intimidad), para alcanzar un punto de equilibrio y estabilidad en el preciso instante en que las recompensas y los costes de la relación son claramente perceptibles.